jueves, enero 18, 2007

PRAKASH '06

Hola. Hola. Que tal? Desde mi sucursal en Caracas he sido informada del ambiente de descontento que impera entre mis lectores. Pido disculpas por mi prolongada ausencia literaria. Les debo una explicacion.

Estoy metida ya de cabeza en un segundo semestre que por desgracia es escasas tres semanas mas largo que el primero. Estos dos primeros ciclos han estado marcados por evaluaciones y asignaciones en cada una de mis seis materias. Ademas estoy trabajando en los proyectos de evaluacion interna de las dos asignaturas que termino este año: maths studies y environmental systems. Recoleccion de datos, experimentos, calculos tediosos ocupan mi tiempo antes libre. Y como parte del programa de Teoria del Conocimiento, discusiones en torno a preguntas que no tienen respuesta le dan un toque filosofico a mis Day 3.

Con respecto a las actividades extracurriculares, he decidido modificar mi programa de Triveni. Algunas cosas, no mas. Durante las vacaciones me senti motivada a poner a prueba mis habilidades para el dibujo. Me di cuenta de que con la practica mis intentos de replicar lo que veia pasaron de ser pateticamente fallidos a solamente fallidos. Asi que decidi meterme en Open Studio, una actividad que me da acceso a todos los materiales del Arts Centre para poder explorar mas a fondo mi lado artistico. Tambien me meti en handball, ese deporte brutal que tanto disfrute jugando contra alemanas de 1.80m hace ya casi tres años.

Y como si fuera poco, todas las noches tengo ensayo para Theatre Week. Se trata de un festival de teatro y es una de esas tradiciones que hacen que Muwci sea Muwci. Voy a participar en Chicago, el musical, entonces se podran imaginar cuanto trabajo es.

Entonces, si, es verdad que ya hace tiempo que no les cuento ninguna de mis chocoaventuras. Pero pido paciencia y compresion, las tardes libres que al principio me permitian escribir durante horas han desaparecido ya de mi vida.

Hace dos semanas ya que volvi de vacaciones. Fue la epoca navideña menos navideña de mi vida, pero sin duda una de las mas interesantes. Pase tres semanas de despatriada, merodeando por el norte del pais con mi mochila a cuestas y la mejor compañia. La ruta, espectacular.
Me maraville de la grandeza del erotismo hecho piedra en los templos de Khajuraho, me empape de hinduismo y ceniza en Varanasi, quede hipnotizada con la simetria imperfecta del Taj Mahal en Agra y me encandile con las luces de ciudad en Delhi. Por ultimo, Bombay, el destino imprevisto, capital de Bollywood y centro pop de la India. No quiero que mis experiencias de esa primera vacacion en este pais de locuras se queden sin contar. Es por eso que he ideado un sistema que consistira en contar los pormenores de mi recorrido por capitulos. A ver si al final del periodo academico lo dejo plasmado todo sobre, eh, pantalla.

Eramos seis en el grupo. El numero magico. Minimo comun multiplo de 6 (numero de pasajeros en un compartimiento de tren), 3 (numero de personas permitidas en un auto-rickshaw y en un cuartucho de hotel) y 2 (numero de pasajeros sobre un bici-rickshaw).
Theo, niño prodigio del piano canadiense.
Melina, miamera de sangre y caracter ecuatoriano.
Julio, malabarista mexicano, responsable con sus trucos del conglomerado de curiosos que se formaba a todas partes que ibamos.
Atenea, mi cuata del D.F.
Y David, mi gran amigo caleño, vecino de casa y de pais, con quien comparto todas mis clases menos una.

Partimos de MUWCI el viernes 15. Antes de tomar el tren, hicimos tiempo en Pune, que en horas de la tarde-noche se siente muy distinta. Fuimos a Shivaji Market, mi parte preferida de la ciudad. Comimos shwarmas en el piso de arriba de"Radio Hotel", un restaurante que por ser musulman tiene la planta baja reservada para hombres. Despues exploramos la zona, visitamos el mercado de frutas y viveres y entramos a la carniceria. Es una estructura cuadrada de estilo arquitectonico mixto de cuyo techo cualgan todas las partes de la vaca. Un lugar con afiches en arabe en las paredes y al que no entraria nunca un hindu. Tiene un patio central desde donde se pueden ver buitres y otros pajaros de similar reputacion circulando el area en busca de restos. Seguimos merodeando y en menos de 4 cuadras pasamos una iglesia, un templo jaino y uno hindu. Eso es algo que no me deja de fascinar.

Cerca de la medionoche tomamos el tren que nos llevaria cerca de nuestro primero destino: Khajuraho. El pimer viaje en tren no fue muy distinto a los muchos que lo sucedieron. Mas bien dicto las pautas. Se implanto una ley de hablar castellano, con el fin entrenar a los norteamericanos, ambos aprendices del idioma. Al final lo que se hablo durante el viaje fue mas bien un ingles salpicado de español y a veces un castellano atiborrado de anglicismos.

Como teniamos mas de veinte horas de viaje por delante, nos acomodamos para dormir en nuestro compartimiento "sleeper". Nos desperto el grito mas alarmante que he oido en mi vida. Una mujer chillando "Prakaaaaash!" (es un nombre de varon muy comun), seguido de mas alaridos incomprensibles. Al parecer se trataba de una pelea o algo. En el momento no nos hizo gracia pero a la mañana siguiente, si, mucha. Se convirtio en nuestro chiste interno, tanto que terminamos llamando nuestro grupo asi. Gallos totales.

No llevabamos ni la mitad del camino recorrido cuando llego una gente reclamando nuestros puestos. "Que se tienen que bajar ahora", "que no, que nuestro ticket no lo dice", "que si, que el tren para Satna sale de esta estacion en unas horas". Toda una confusion, sobretodo porque exisitia la posibilidad de que nos estuvieran engañando para quedarse con nuestros puestos. El tren ya estaba por partir, de modo que salimos al anden desolado. Si, teniamos que esperar 4 horas a que saliera el otro tren. Como ibamos a saber eso? No se. Salimos de la estacion y dimos de frente con Bhusaval, un pueblo al norte de Maharashtra.

No era completamente urbano ni tampoco rural y se encontraba en pleno trajin matutino. Habia negocios y comedores a cada lado de la avenida principal, la cual transitaban autos y personas, niños, cabras, cachorros y vacas por igual. A juzgar por su gente y las dos modestas mezquitas situadas frente a frente a cada lado de la avenida, se trataba de un pueblo de mayoria islamica. Bhusaval es sin duda uno de los lugares menos preparados para el turismo que he visitado aqui, eso lo hacia autentico y palpable. No habia basura ni mendigos, aunque si lo atravesaba un rio mugriento, como le corresponde a cualquier ciudad india que se respete. A medida que recorriamos sus calles, iba creciendo el grupo de curiosos, en su mayoria niños, que nos seguia. No los culpo, no es todo los dias que ven a gente tan blanca y tan alta. No lo digo por mi. Mas bien por Theo, que casi alcanza los dos metros; Julio, que no se queda atras y Melina y Atenea, las dos chicas mas altas de MUWCI.